-¡Menos mal, por fin un sitio donde resguardarnos de tanta nieve! Gruño Zarkun entre dientes.
Miro a su alrededor y solo veía blanco, llevaba varios días sin estar demasiado tiempo sin mirar atrás, ya que esos bastardos goblins podrían haberlos seguidos.
“Ojala se congelen esos malditos goblins” pensó mientras le salía una sonrisa maligna
El estaba bajando un poco el ritmo , así que se oesforzo, hasta poner al lado de un camarada suyo