La prueba

Esta es la historia de Ephraim elfo de gracia. Su padre Nildorg , un humilde leñador, él un joven con un pasado difícil pero exitoso. Desde joven su máximo afán fue ingresar en la altísima guardia personal de los Reyes Fénix conocida como los Leones Blancos de Cracia, su madre Asara nunca estuvo de acuerdo con esto pues temía como madre que era por la vida de su hijo, ya que la guerra contra las hordas del caos siempre ha estado presente en las vidas de los elfos, eso sin contar la previa prueba que debería superar el joven para ingresar, ella prefería que viviera tranquilo como su padre, en el bosque, protegido de todo mal. Su padre en cambio, estaría muy orgulloso si su hijo lo lograra.

Ephraim recibió toda la instrucción que podía recibir de un leñador, pero por suerte para el jovensabía manejar el hacha y recibió toda la instrucción que su padre le pudo dar. Llegó la hora de la prueba, alrededor de 100 jóvenes se presentaron de los cuales cerca de 70 morirían o volverían malheridos y sin lograrlo. Ephraim no tenía miedo, confiaba en sus posibilidades. Se lanzaron al bosque en busca de una de las bestias más feroces de la tierra conocida, un león blanco de los bosques o de las áridas montañas de Cracia, Ephraim debía sobrevivir únicamente con lo que pudiera obtener de sus manos, frutas de los árboles o pequeños roedores que cazara, nada comparado a lo que estaba buscando y a lo que debía enfrentarse, tras 3 días encontró a un león blanco, recostado al pie de un gigantesco árbol, durmiendo, él armado únicamente con una estaca que había encontrado tirada en el suelo, se acercó sigilosamente para no despertarlo, pero mientras andaba pisó una rama seca y el león despertó, y cuando lo vio rugió de tal manera que hasta los dioses altos elfos posaron sus miradas en él, tras esto se lanzo con la zarpa en alto lista para asestarle un golpe mortal, Ephraim era un elfo extremadamente ágil, algo más de lo que suelen ser la mayoría de los elfos, y logró esquivar el feroz ataque revolviéndose rápidamente y clavándole levemente la estaca en un muslo, el león casi no lo notó pero quizás le atravesó una arteria ya que sangraba notablemente. Los dos se encontraban en guardia y Ephraim sabía que una batalla larga podría beneficiarle dada la herida que le había asestado al león pero esos animales contaban de una fuerza y una resistencia asombrosa, si daba la más mínima oportunidad, si mostraba la más leve duda, moriría. De nuevo el león mostró su iniciativa y pegando un salto descomunal con las fauces abiertas y enseñando esos gigantescos colmillos tan amenazantes cayó sobre Ephraim golpeándole en el hombro y derrumbando a éste al suelo, el joven elfo no podía moverse debido al gran tamaño del animal y todos los puñetazos y empujones que intentaba asestar al león le eran inútiles, estiró el brazo hasta que casi se le sale el hombro y consiguió alcanzar la estaca de madera de manera que cuando el león abrió la boca para asestarle el golpe final, Ephraim le clavó la estaca de manera rotunda en el cielo del paladar de la gigante bestia. La sangre salpicaba a borbotones y el león se alejó balanceándose unos cuantos metros hasta que cayó muerto. Lo había conseguido, estaba herido en el hombro, agotado por la lucha y por que llevaba 3 días comiendo muy poco, pero lo había logrado, había ingresado en la guardia personal de los Reyes Fénix, ahora recibiría instrucción de altísimo nivel, se le otorgaría un león, que sería su mejor amigo dentro y fuera de la batalla, se le fabricaría un hacha personal de elegantísima factura, vestiría la piel de aquel león que mató y se le fabricaría una preciosa armadura pesada, su padre estaría orgulloso.

Y aquí está con su adiestramiento acabado, dispuesto a comenzar una nueva aventura en un clan de los más valiosos guerreros de los más variados tipos, el Concilio de la Luz.
FIN