"¡Siento fuego en tu interior! En lo más profundo de tu mente, hay una brasa encendida que espera ser avivada y que convertiremos en un faro llameante. ¡SERÁS el arma más espectacular del Imperio! ¡Un piromante! Tu fuego incinerará al enemigo y expiará a los impuros! ¡No!... ¡llegues tarde!... ¡a clase!"
– Cindik Antum, Profesor de alquimia incendiaria
Descripción del Hechicero Brillante
El Hechicero brillante es un maestro de la destrucción mágica y un especialista en el fuego. El fuego es la base de sus habilidades, lo que no es de extrañar ya que el fuego reside en su corazón. Gracias al poder del viento de fuego, puede reducir a cenizas o incinerar a determinados enemigos utilizando una energía blanca calorífica. La magia toma su energía de sí misma, del enemigo y del propio hechicero. Al adoptar el fuego dentro de su mente, el Hechicero brillante se ve envuelto por las llamas. Es capaz de dirigir este infierno contra sus enemigos, rodeándoles con este poder abrasador hasta que estallan y son incinerados por las llamas arcanas capaces de prender hasta el aire.
Especialidad del Hechicero brillante
Existen secretos sólo conocidos por los hechiceros brillantes... Las siete llaves, una serie de talismanes y técnicas arcanas demasiado peligrosas y destructivas para las mentes de los Maestros élficos de la humanidad, son dominadas por todos los hechiceros brillantes, lo que les brindan grandes poderes. Cada llave modifica un aspecto único de la magia del Hechicero brillante, contribuyendo todas a ampliar su poder. Una vez dominada la magia del fuego y el poder de las Llaves, sus hechizos calcinan a sus enemigos y sus magias, que en combinación producen una conflagración mortal.
Jugar como Hechicero brillante
Todos los hechiceros brillantes destruyen a sus enemigos con el fuego arcano, pero debes agudizar tu intelecto o te arriesgas a encontrar tu fin a manos de tus propios poderes. Tus defensas son mínimas, y obviamente todo el mundo te puede ver. Así que tu mejor defensa es un poderoso ataque, un elemento disuasorio muy poderoso. La rapidez mental a la hora de tomar decisiones es crucial en tu estilo de lucha. Debes preparar los hechizos mientras se acercan tus enemigos para encontrar el momento en que la posibilidad de alcanzarles y hacerles arder sea mayor. Después deberás aprovechar esta oportunidad para utilizar tus poderes y hacer estallar en llamas a tus víctimas. Recuerda que la magia necesita preparación, así que si no tienes cuidado, tus enemigos acabarán contigo antes de que puedas vencerles. Pero con habilidad y buenos reflejos la victoria será tuya.
Combatir a los hechiceros brillantes
La única manera de acabar con el fulgurante poder del Hechicero brillante es su muerte. Pero puede que ni siquiera esto te salve si le das tiempo suficiente para que haga su trabajo. Su magia se lanza y tarda un poco en arder, por lo que debes estar listo para soportar su ataque directo y las secuelas de la batalla. La resistencia contra sus hechizos es la clave a la hora de limitar su capacidad destructora, aunque una buena ofensiva es igual de importante si quieres llegar a buen término. Y en definitiva, luchar contra un Hechicero brillante significa competir por ver quién mata al oponente primero. Pero ten en cuenta que él está bien preparado para esta competición y sus herramientas le permiten aumentar sus poderes a medida que discurre el combate.
Expertos conocedores del Saber del Fuego, los Hechiceros Brillantes son los magos de batalla más destructivos de todo el Imperio. Son bien conocidos por su capacidad de incinerar cualquier cosa, desde soldados tomados de uno en uno hasta una colina entera. Sin embargo, el fuego destructivo no es el único truco de su arsenal. Los Hechiceros Brillantes son también capaces de manipular el viento de Aqshy para conjurar una variedad de efectos debilitantes que van desde espesos bancos de humo irritante, hasta un calor abrasador que mina la fuerza y resistencia del guerrero más inquebrantable. Algunos Hechiceros Brillantes son también conocidos por estudiar de forma superficial las artes curativas… ¡aunque cauterizar una herida con fuego al rojo vivo nunca será la opción predilecta de los soldados!
Mecánica de juego del Hechicero Brillante
Debido a la naturaleza volátil de Aqshy, el Viento Rojo de Fuego, el Hechicero Brillante siempre se arriesga a que éste se vuelva en su contra, incinerándole junto a su oponente. La acumulación del viento de Aqshy se conoce como “Combustión”, y cuanta más invierta en sus hechizos el Hechicero Brillante, más probabilidades habrá de que éstos exploten con fantásticas consecuencias (asestando impactos críticos, por ejemplo). No obstante, incluso hasta el más versado de los hechiceros se acabará quemando al jugar con fuego, ya que elevar demasiado el nivel de Combustión puede hacer que la energía mágica se vuelva contra él, infligiéndole horribles heridas.
Maestrías del Hechicero Brillante
Senda de la Incineración
La Senda de la Incineración se centra principalmente en hechizos destructivos dirigidos a objetivos aislados. Aproximadamente la mitad de estos hechizos acumulan altos niveles de Combustión, permitiendo a aquellos que dominan la Senda de la Incineración concentrarse en lanzar hechizos de alto riesgo junto con otros sortilegios destructivos más seguros para aumentar todo lo posible el daño infligido a objetivos únicos.
Senda de la Inmolación
La Senda de la Inmolación se especializa en el daño extendido (o DoT) y efectos debilitantes persistentes. Un Maestro de la Inmolación es más paciente y se apoya menos en los hechizos explosivos de alta Combustión, y se centra en hacer arder lentamente a sus objetivos para acabar sumiéndolos en un infierno incontenible.
Senda de la Conflagración
La Senda de la Conflagración es la más destructiva de las maestrías del Hechicero Brillante, con ataques de área capaces de reducir extensiones de tierra a cenizas. Sin embargo, los Maestros de la Conflagración deben demostrar gran autocontrol. La mayoría de sus hechizos acumulan altos niveles de Combustión, por lo que, si se usan sin prudencia, podrían suponer la perdición del Hechicero.