Josef Bugman (el enano mas celebre)

Anexo de documento

como historiador al servicio de la corte del emperador ,mi trabajo consiste en recopilar la historia del mundo y pasarla a la posteridad con mi vieja pluma de cisne,y mi tinta de catay, sin duda es un trabajo fascinante lleno de aventuras y me lleva mas tiempo de viaje junto con mis ayudantes que lo que estoy en la gran biblioteca imperial.

Como es sabido por todos en el imperio hay maestros enanos que nos intruyen, viven junto a nosotros y se puede decir que nuestro bendito imperio es grandioso gracias a su ayuda en cierto modo, es cierto que son nuestros amigos , pero eso no quita que sean una raza recelosa y muy propietaria, pero en mis viajes y gracias a decretos del emperador he podido acceder a alguna ciudad enana y sus grandioso salones para estudiar sus costumbres, y de vez en cuando se me ha permitido leer documentos que guardaban recelosamente sobre sus historia, la historia del mundo.

Un dia que estaba de visita en una ciudad enana mientras que veia unos mapas de las zonas limitrofes a las montañas del fin del mundo para cotejarlos con los imperiales , mientras que era celosamente vigilado por unos encargados del archivo enanil
se empezo a escuchar un alboroto de gritos, pero no eran gritos sino canticos y alabanzas,pregunte a uns sacerdote cercano y me dijo con los ojos llenos de orgullo( que inspirarian hasta al soldado mas debil de una batalla) nuestros hermanos han vuelto victoriosos despues de luchar contra cientos de pieles verdes y salvas sus pertenencias que siempre les han pertenecido.

La fiesta duro dias y estaban tan felices que no dudaron en invitarme a participar, y me brindaron una buena jarra de una especie de cerveza que provenia de un barril con unas X y era celosamente custiodado, cuando me sirvieron la jarra de repente muchos enanos se giraron de su taburetes para mirarme como me la bebia en silencio,yo un poco cohibido me prepare para un buen trago , fue entrar el primer trago y no puede mas tuve que dejar de beber y toser como el anciano que esta en su lecho de muerte, una carcajada general estallo y luego prosiguieron con sus canticos y la comida. Cuando se me paso el ataque de tos por ese dañino brebaje fue cuando me di cuenta de que a que sabia esa cerveza, era un sabor soberbio la mejor bebida que haya probado hasta hoy, todavia hecho de menos volver a probarla pero es un don que esta al alcance de pocos que no sean enanos, un manjar digno de nuestro emperador

Esto sucedio hace 5 años y en ese tiempo tras muchas preguntas que casi nunca fueron bien recibidas pude saber algo sobre esa cerveza y su creador que es considerado una celebridad dentro de los enanos por su maestria artesanil y su valentia y la de sus compañeros, el es:: Josef bugman

Josef bugman



Josef Bugman fue el Maestro Cervecero Enano más famoso de todos los tiempos. Para un Enano, el arte de hacer cerveza es una
habilidad tan valiosa como lo son las habilidades de los artesanos. Todos los Enanos beben grandes cantidades de cerveza,
y no hay nada que les divierta más que una velada de fiesta y alboroto, cantando y bebiendo alegremente. Hay muchas cervezas
enanas famosas y muchos prestigiosos cerveceros, pero el nombre Josef Bugman es sinónimo de la más alta calidad. Su familia
procedía de las Montañas Espinazo de Dragón, pero se dirigieron al norte cuando las minas de Ekrund cayeron en manos de los
Orcos. Algunos de estos Enanos de las Montañas Espinazo de Dragón se trasladaron a las Montañas Grises, donde fundaron nuevas
fortalezas. Más tarde, algunos de estos Enanos emigraron al Imperio, donde trabajan como artesanos y herreros junto a los
hombres.

Zamnil, el padre de Josef Bugman, montó un negocio familiar en los bosques orientales del Imperio. Construyó una gran cervecería
cerca de las cristalinas aguas del río Sol, en el punto en el que pasa por la ladera de las Montañas Grises. Para vender más
fácilmente su cerveza en el Imperio, Zamnil adoptó el nombre de Samuel Bugman, y cuando nació su hijo le llamó Josef. Si Josef
Bugman tuvo un nombre en Khazalid (lo que es muy probable), éste se desconoce. Tras la muerte de su padre, Josef extendió
el negocio y se forjó una gran reputación por la calidad y el sabor de su cerveza. Para Josef era muy fácil embarcar sus toneles
río abajo y llegar a las grandes ciudades del Imperio. Allí se hizo muy popular y, pronto, la Cervecería Bugman creció hasta
convertirse en un pequeño asentamiento enano y muchas otras familias de Enanos llegaron desde las Montañas Grises para establecerse
con él.En pocos años, Bugman se convirtió en un próspero comerciante de cerveza y en un Enano bastante satisfecho con su suerte
en la vida. Con cervezas tan exitosas como la renombrada Bugman XXXXXX y la notable Cerveza de Troll, Josef se hizo famoso
en todos los reinos enanos. Su pequeña comunidad se encontraba alejada de las carreteras principales, con lo que era ignorado
por los ejércitos o incursores que pasaban por la región. Esta era otra de las razones que hacía que el asentamiento de Josef
fuera muy próspero.

Un día, Bugman partió río arriba con un cargamento de Cerveza Especial Bugman para el Emperador. Al volver a casa, vio desde
el río una gran columna de humo que surgía de su cervecería y pensó que ya iba siendo hora de deshollinar su gran chimenea.
Cuando la barca en la que viajaba dobló el último recodo del río, Josef vio las humeantes ruinas de su asentamiento. Un grupo
de Goblins había descubierto la cervecería. Toda la cerveza había sido consumida o derramada. Las cubas estaban rotas, los
barriles vacíos flotaban en el río y no había signos de vida. Todos los habitantes, a excepción de uno, habían sido capturados
por los Goblins.

Bugman y sus compañeros juraron vengarse de los Goblins por este terrible agravio y decidieron perseguirlos y rescatar a los
suyos si podían. El grupo siguió el rastro de los Goblins a través de las Montañas del Fin del Mundo y por el interior de
los territorios salvajes que se extienden más allá. Desde entonces, apenas ha habido noticias de ellos, excepto los rumores
de los estragos causados por Bugman y su banda mediante astutas emboscadas y ataques nocturnos a los campamentos de los Goblins.
A veces, el grupo de guerreros aparece de la nada, sus integrantes visten harapos y están cubiertos de sangre; pero llegan
dispuestos a unirse a un ejército Enano que se enfrente a los Goblins. Siempre se muestran reservados y permanecen alrededor
de su propio fuego de campamento, mientras sus ojos emiten un extraño brillo y asen fuertemente las jarras que llenan con
su preciada cerveza.

Gracias neonemo por la info. recemos todos a sigmar y brindemos con unas buenas bugman. demos gracias a Grungni por haber parido semejante hijo


Que no molaria k pusiesen la cerbeceria en reconstruccion que no?

La saga de Bugman
Josef Bugman es ampliamente conocido como el mejor maestro cervecero enano de su tiempo. Este título hace que sea tenido en gran estima por el resto de Enanos, además de rodearlo de un aura de respeto. Los Enanos, más que ninguna otra raza, cuidan muchísimo el arte de la fabricación de la cerveza incluso tanto como el de la construcción o la ingeniería. En todos los reinos enanos, el nombre de Bugman es sinónimo de calidad y de brindis en multitud de grandes festines dentro de los salones de los reinos de las montañas y de más allá. La familia de Bugman es originaria de las Montañas Espinazo de Dragón, pero fue expulsada de su hogar ancestral por los malvados Orcos que saquearon las minas de Erkund y que devastaron la fortaleza. Si bien fueron tiempos desgraciados para el clan de aquellas tierras, muchos de los Enanos se asentaron en las Montañas Grises, mientras que otros tomaron residencia en el Imperio y se ganaron la vida como herreros y artesanos. La pericia y el arte de los Enanos es altamente valorado en el Imperio, de modo que sus negocios prosperaron.

Fue en los bosques orientales del Imperio, en la provincia de Wissenland, donde Zamnil, el padre de Bugman, decidió aposentarse y establecer el negocio cervecero de la familia. Su firme fábrica se alzaba a orillas del cristalino río Sol, un caudaloso afluente del Reik, cuyas aguas siempre móviles podrían proporcionarles una ruta comercial al centro del Imperio.

Una vez asentado en el Imperio, Zamnil decidió cambiarse el nombre por uno que fuera más fácil de recordar para sus clientes potenciales, algo que pudieran reconocer y que les inspirara confianza. Así fue como se convirtió en Samual Bugman y, cuando nació su hijo, lo llamó Josef. Como es lógico, Josef Bugman posee un nombre puramente khazalid, pero nadie lo conoce.

Cuando murió su padre, Bugman decidió rendirle homenaje ampliando el negocio, de modo que en torno a la cervecería no tardó en formarse una gran comunidad de mercaderes, herreros, ingenieros y, lógicamente, otros maestros cerveceros ansiosos de aprender bajo la experta tutela de Bugman. El nombre de Bugman no tardó en extenderse por todo el Imperio, pues la calidad de sus cervezas no tenía igual. Todo el mundo recuerda la infame cerveza de troll y la legendaria XXXXXX.

A medida que fue creciendo su negocio, también lo hizo la demanda y Bugman empezó a hacer envíos regulares por barco por el río Sol y por la Vieja Carretera Enana para abastecer a las ciudades del Imperio con su cerveza. Estos viajes estaban repletos de peligros, de modo que las caravanas iban fuertemente protegidas porque Bugman conocía muy bien la amenaza que suponían los Goblins y los Hombres Bestia.

La cervecería propiamente dicha creció hasta convertirse en un enorme bastión protegido por sólidas murallas y los clanes de las Montañas Grises que acudieron a defenderlo. Allí se fundó un gremio de maestros cerveceros bajo los auspicios de Josef Bugman, y la comunidad que había ayudado a construir prosperó.

Al estar tan bien defendida y situada en un emplazamiento secreto, Bugman nunca se imaginó que alguien se atrevería a atacar la cervecería, así que siempre se embarcaba en los viajes al Imperio a bordo de una de las muchas barcazas llenas de cerveza pensando que la fortaleza estaba a salvo.

El peligro aumenta
Sin embargo, Bugman desconocía que había empezado a formarse una gran horda de Goblins en los bosques del Este, a los que la gente del lugar llamaba Cragbracken. Los Goblins habían llegado procedentes de las Montañas Negras y aún de más lejos, de donde habían sido expulsados gracias al coraje y al acero de los capitanes mercenarios contratados por Averland y Wissenland. Al principio, aquellas tribus dispersas se habían peleado entre sí, pero más tarde surgió un poderoso Goblin que las unió a todas.

El rey goblin Lerdo Tragaldabaz y su tribu habían estado observando con gran interés cómo los carromatos de cerveza atravesaban la poco transitada carretera y se relamieron los labios. Lerdo Tragaldabaz, que tenía un barrigón comparable al del gran Grom el Panzudo, empezó a urdir un plan. Gracias a una voluntad de hierro y a la superioridad numérica de su tribu, se dispuso a someter a los demás Goblins. Para poder formar un ejército necesitaba una motivación… la cerveza. Todo lo que tenía que hacer era encontrar la cervecería y, con su gran líder ausente, destruirla y repartir la bebida entre sus seguidores.

Para ello envió al bandido Grotsnag y a sus jinetez de lobos. Y así fue como comenzó la guerra, una guerra de la que los pobres Enanos aún no sabían nada…

Los caminos y las carreteras del Imperio son la ruta regular de las caravanas que salen de la cervecería. Luego atraviesan los largos y polvorientos senderos que conducen a los pueblos del Imperio más cercanos o a los de otros Enanos desterrados. Estas caravanas de cerveza están sometidas a muchos peligros, sobre todo en tierras salvajes o muy cerca de las montañas. A menudo, un maestro cervecero enano, un miembro del gremio, acompaña tales caravanas para asegurarse de que las cervezas permanecen intactas. Estas caravanas siempre van protegidas por como mínimo una banda de robustos guerreros enanos que, a pesar de estar en permanente alerta, de vez en cuando echan un trago de cerveza.

Un día como cualquier otro, Bazrak Bolgan, un maestro cervecero enano, partió de viaje al cargo de un trío de carretas repletas de cerveza. Sin embargo, al poco de haber iniciado el viaje, cuando las montañas se cernían sobre el camino y el sol sobre sus ojos, una siniestra sensación se apoderó de toda la caravana. Se escuchó retumbar un alarido procedente de las montañas y, acto seguido, una horda de jinetez de lobo surgió de sus escondites a espaldas de los Enanos. Bazrak soltó un potente aviso a los guardias y azotó con el látigo a las mulas para escapar con el primer carro de cerveza, pero ya era demasiado tarde porque tenían a los Goblins encima.

Los grandes maestros cerveceros del asentamiento del Espinazo de Dragón fundado por Josef Bugman tienen una gran reputación en todo el Viejo Mundo, ya que fabrican las mejores cervezas conocidas por hombres y Enanos. La preciada cerveza se transporta primero en un ferry que recorre el río Sol y después por carretera hasta los asentamientos del Imperio y otros más lejanos. Bazrak Boglan, el maestro cervecero enano, lideraba a un grupo de carros de cerveza que atravesaba la Vieja Carretera Enana hacia el Imperio cuando fue asaltado por una banda de jinetes de araña goblins. Estos ataques a los Enanos son comunes, aunque la emboscada de Bolgan no fue una de tantas, sino el primer ataque de un plan maquinado por Lerdo Tragaldabaz para destruir la cervecería de Bugman y ganarse así el reconocimiento de todas las tribus goblins de la región.

Muchas de las comunidades enanas expatriadas han erigido torres de vigilancia para avisar a los asentamientos de los posibles incursores. Una de estas dos torres, al sudeste de la cervecería, se enfrenta a un asalto ahora.

Sin las defensas naturales de las montañas, los Enanos que habitan en el Imperio necesitan otros métodos para proteger sus tierras y asentamientos. Los Enanos desterrados construyeron enormes torres de vigilancia de piedra alrededor de sus asentamientos para poder protegerlos. De esta forma, en cuanto los Enanos divisaran a los incursores, podrían expulsarlos de sus tierras o, en caso de que fueran demasiado numerosos, encenderían una gran almenara en lo alto de la torre para avisar a los Enanos del ataque. Skeggi Threkkson, capitán de Bugman y de sus leales guerreros, dirige a la guarnición encargada de vigilar una de las muchas torres erigidas junto al asentamiento surgido tras la construcción de la cervecería. Sus guerreros desconocían la emboscada sufrida por Bazrak Bolgan y sus carros de cerveza y tampoco eran conscientes del peligro que los acechaba en el interior del bosque.

Komepiñonez Tripafea y su horda de Goblins se habían reunido en el bosque y habían dirigido sus diabólicos ojos hacia los Enanos de la torre de piedra. Komepiñonez, un chamán de dudosa reputación, iba a destruir la torre para evitar que se diera ningún aviso de que la gran horda de Lerdo Tragaldabaz iba a lanzar un ataque contra Bugman y la cervecería. En el tenebroso bosque que los rodeaba, Komepiñonez ordenó a su horda que atacara. Asaltarían la torre y aplastarían a los Enanos gracias a su magia y a la diabólica arma secreta de los Goblins.

Un peligro enorme acecha a los Enanos del clan Espinazo de Dragón y a su asentamiento en la frontera sur del Imperio. En el interior del bosque se reúne una horda de Goblins bajo las órdenes del cruel rey goblin, Lerdo Tragaldabaz. El líder de los pieles verdes está organizando un ejército lo bastante grande para poder atacar el asentamiento y destruir la cervecería de Bugman. Con esta acción espera obtener suficiente renombre y cerveza para poder reunir un ejército aún mayor con el que atacar al Imperio.

El plan de Lerdo Tragaldabaz ya está en marcha y, aunque de momento se ha restringido a una serie de acciones menores, el rey goblin ha declarado sus intenciones de atacar a Bugman. Hasta el momento, un grupo de jinetes de lobo goblins ha atacado a tres carros de cerveza que se dirigían al Imperio. Bazrak Bolgan, el valiente maestro cervecero que lideraba la expedición, logró reagrupar a sus guerreros y regresar a la cervecería para concentrar allí sus defensas.

Poco después, Skeggi Threkkson, uno de los mejores capitanes de Bugman y uno de sus amigos más leales, repelió un ataque a una de las torres de vigilancia enanas que rodean las tierras donde se halla el asentamiento enano del Espinazo de Dragón, con sus almenaras preparadas para dar el aviso de un ataque inminente.

El chamán goblin Komepiñonez lanzó su segundo ataque, dispuesto a destruir la torre con la ayuda de su poderoso gigante y de su brebaje de hongos. Pero Skeggi vigilaba los bosques que rodeaban el puesto fronterizo y, al divisar a los Goblins que salían de allí, dio la orden de encender la almenara. Mientras la hoguera ardía en lo alto de la torre, Skeggi rezó para que Bugman la viera y diera la señal de alarma antes de que fuese demasiado tarde.

Mientras tanto, Bugman regresaba navegando por el río Sol, tras entregar un envío de su preciada cerveza a una lejana ciudad imperial. Estaba cansado del largo viaje y deseaba regresar a su cervecería cuanto antes.

El capitán del barco, Grim "el Tuerto" Grunnson, conocía los peligros que acechaban en las aguas del río, por lo que lo vigilaba atento con el presentimiento de que iba a ocurrir algo. De repente, oyeron un grito procedente de la línea de arrecifes de la orilla del río. Bugman alcanzó su ballesta y entonces divisó a la banda de Goblins que los atacaba; los piratas del río intentaban hundir la barcaza para evitar que Bugman regresara a su cervecería.

Los Enanos confían muy poco en el agua y en el modo en que los ríos y los mares pueden usarse para el comercio y el transporte. Únicamente a los clanes de Barak les atrae el estilo de vida naútico, ya que su fortaleza se asienta sobre las orillas del Golfo Negro. Estos Enanos son los artífices de los maravillosos barcos de vapor, aunque el resto de clanes no se los toma demasiado en serio e incluso se burlan de ellos, ya que solo confían en el acero y una tierra sólida bajo sus pies.

Sin embargo, los Enanos expatriados del Imperio son mucho más receptivos que el resto, y Bugman ha adoptado muchas costumbres de los reiklandeses, como el uso de barcazas para transportar su cerveza hasta tierras imperiales. El río Sol se encuentra muy cerca de su cervecería y resulta el método ideal para el transporte de la mercancía de Bugman hasta el corazón del mayor reino humano. Por esta razón, las barcazas de Bugman navegan con frecuencia por este gran río, un afluente del Reik. El viaje por río conlleva innumerables peligros, y Bugman y sus guerreros vigilan a todas horas para evitar el ataque de bandidos y ladrones que quieren robar su mercancía.

Pero aquel día el peligro que los aguardaba era aún más peligroso. Por razones desconocidas para Bugman, se avecinaba una batalla. Una horda de Goblins con una ambición mucho mayor que la de un simple robo. El gran rey goblin Lerdo Tragaldabaz reúne a sus hordas y este asalto le servirá para impedir que Bugman pueda ayudar a los Enanos de su asentamiento.

Un infame pirata goblin, el Kapitán Skaben, es el encargado de atacar la barcaza con sus Goblins, las Rataz de Río. Su misión consiste en hundir el barco y evitar que Bugman regrese a casa. Pero, cuando ataca, Skaben reconoce a un enemigo del pasado, el capitán de la barcaza, Grim "el Tuerto" Grunnson. Frotándose el garfio que tiene por mano como recordatorio de su último encuentro con Grunnson, esta vez se prometió arrancarle el otro ojo y acabar de una vez por todas con un enfrentamiento que había empezado hacía mucho tiempo.

Josef Bugman vio la almenara encendida, pero su vuelta se vio nuevamente retrasada debido al ataque de unos piratas goblins de río, liderados por su capitán Skaben. El objetivo de Bugman era atravesar el río Sol para poder unirse al resto de guerreros enanos y combatir a las hordas goblins.

Las escaramuzas han acabado. El rey goblin Lerdo Tragaldabaz ya ha dispuesto su ejército y conoce el emplazamiento secreto de la cervecería de Bugman. Con las fuerzas combinadas de tres tribus de Goblins, quiere saquear la cervecería y llevarse la preciada cerveza de Bugman. Tragaldabaz piensa que con esta acción se ganará el respeto como líder de los Goblins, y la cerveza de Bugman le ayudará a reunir un ejército lo suficientemente grande como para marchar hacia las tierras del Imperio.

Mientras Bugman se apresura a alcanzar la cervecería, Durzak Espinazo de Dragón, señor del clan Espinazo de Dragón, alza su estandarte y hace una llamada a las armas. Todos los guerreros de la cervecería se preparan para la batalla con sus armas y armaduras. Mientras los Enanos corren a situarse tras los recios muros de la cervecería, les llega el eco de los pasos de la horda goblin que se acerca por el bosque. Los Goblins han encontrado la cervecería y ahora solo cabe la esperanza de que Bugman llegue a tiempo...

Lerdo Tragaldabaz ha rastreado los bosques y las tierras del Imperio durante meses para encontrar la localización de la cervecería de Bugman. Después de enviar a muchas docenas de exploradores y de interrogar a prisioneros enanos, tuvo éxito en su empeño y ya conoce el emplazamiento de la cervecería.

A pesar del sigiloso con que han actuado los Goblins, Bugman es consciente de la inminente invasión y se dirige a toda velocidad hacia su hogar. Aunque solo dispone de una pequeña fuerza de sus guerreros personales, atacará al corazón del ejército goblin si logra llegar a tiempo. Lerdo Tragaldabaz se ha apresurado para poder ejecutar sus planes. Ha reunido a todos sus jefes para que lideren a sus respectivas tribus en la guerra contra los Enanos. Grotsnag y sus bandidos lobo y Komepiñonez con sus impredecibles pero explosivos Goblins tarambanas se han unido a la fiesta. Como conocen los sólidos muros que protegen la cervecería, han construido máquinas y han reclutado a bestias enormes para aplastarlos.

Las fuerzas de Lerdo Tragaldabaz son mucho mayores, pero los Enanos defienden su hogar. No abandonarán el combate hasta que hayan perdido su último aliento. Se trata de un asedio y Komepiñonez está decidido a romper las defensas enanas.