El Ejército de Caledor *Príncipe Élfico 533pts
Armadura de Dragón 8pts, Dragón 320pts , Brazaletes de Defensa 55pts, Escudo hechizado 10pts , Espada del Poder 15pts , Puro de Corazón 0pts
*Comandante 122pts
Arma a dos manos 4pts , armadura de Dragón 6pts , corcel Élfico con barda de Ithilmar , Llamas del Fénix 25pts
*Mago 145pts
*Nivel 1, 2 Pergaminos de Dispersión 40pts, Canalizador de Magia 10pts
*6 Yelmos Plateados 166pts
Armadura pesada, escudo, campeón , portaestandarte
*5 Yelmos Plateados 168pts
Armadura pesada, escudo, campeón, portaestandarte (Estandarte del León) +25pts
*5 Yelmos Plateados 95pts
*9 Príncipes Dragón 299pts
Gran Príncipe Dragón, Portaestandarte (Estandarte de Guerra)+20pts, músico
*Carro de tiranoc 85pts
*Carro de tiranoc 85pts
*Águila Gigante 50pts
*Águila Gigante 50pts
*Lanzavirotes de Repetición 100pts
*Lanzavirotes de Repetición 100pts
Total: 1998 puntos
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El Ejército de Itza *Saurio Viejaestirpe 254pts
Lanza 6pts, a.ligera 3pts, escudo 3pts, Desove Sagrado de Itzl 5pts,
Gélido 37pts, Desove Sagrado de Tlazcotl 20pts, Colgante reluciente de Chotek 35pts
*Saurio Escamadura 113pts
Arma a dos manos 4pts, a.ligera 3pts, escudo 3pts , Embrujo del Guerrero Jaguar 20pts
*Chamán Eslizón 135pts
Nivel 2 35pts, diadema 35pts
*Chamán Eslizón 150pts
Nivel 2 35pts
2 Pergaminos de Dispersión 50pts
*10 Eslizones 60pts
Jabalinas y escudos
*10 Eslizones 60pts
Jabalinas y escudos
*10 Eslizones 60pts
Jabalinas y escudos
*3 peanas de Enjambres de la Jungla 180pts
*3 Kroxígores 174pts
*3 Kroxígores 174pts
*13 Eslizones Camaleón 195pts
*5 Guerreros Gélidos 255pts
Portaestandarte (Estandarte de Huanchi) +40pts, Campeón
*3 Salamandras 195pts
Total: 2005 puntos
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Los dos ejércitos desplegaron sus tropas en el Campo de Batalla. El General élfico se preguntaba qué querrían esta vez los Hombres Lagarto… llevaban meses controlando sus expediciones hacia los desiertos del Caos. Esta vez habían ido demasiado lejos. No estaba dispuesto a permitir que esos horribles monstruos vagasen por sus tierras violando los santuarios en busca de nuevos artilugios mágicos con los que acrecentar el poder de su raza.
Hombres lagarto - 1 Los Hombres Lagarto avanzaron implacables hacia el combate. Por el flanco izquierdo las salamandras fueron conducidas por sus batidores a marchas forzadas hacia el interior del bosque seguidas de dos magos eslizones que corrieron también para ocultarse del enemigo. La masa central del ejército, bajo las órdenes directas del Gran general Viejaestirpe, también se adelantó considerablemente, dispuesta a demostrar todo su poder ofensivo, y en la derecha unos exploradores camuflados emergieron de las profundidades del bosque para hostigar al Príncipe Élfico en Dragón, disparándole todos sus dardos envenenados al Dragón y causándole una herida.
Los Magos gorgoteaban excitados, su superioridad mágica era evidente. Procedieron a lanzar un Segundo Sello cada uno pero no lo consiguieron, todavía quedaba mucha batalla y podrían demostrarle a su señor cuán eficaces seguían siendo.
Altos Elfos - 1 Estaba claro que los Lagartos no se dejarían disparar durante muchos más turnos, así que el General ordenó adelantar unos metros a sus unidades para que llegasen a cargar a las unidades pesadas del ejército Lagartil, y a la vez, mantenerse a distancia de carga de los molestos eslizones. Por el flanco avanzaron las águilas buscando la retaguardia del ejército, sin perder de vista el bosque en el que se encontraban las Salamandras y los magos.
El Dragón lanzó un rugido desafiante y sobrevoló el campo de batalla posándose en el flanco del ejército enemigo, y a una orden del Príncipe, lanzó una llamarada a la unidad de eslizones más próxima incinerando a siete de estos. A su vez la batería de lanzavirotes descargó una lluvia de flechas sobre su héroe al que le hirieron dos flechas acabando con su vida. El mago examinó el panorama... tenía la fase perdida, estaba claro, pero él se había preparado para eso. Sacó de su túnica un pergamino escrito con tintas doradas y se preparó para utilizarlo. Muy pronto esos dos hechiceros que se escondían en algún lugar del campo de batalla empezarían a recitar conjuros, y no quería que lo pillaran desprevenido.
Hombres lagarto - 2 El General Viejaestirpe miró a su alrededor. Ese maldito dragón le estaba causando problemas. Lanzó un rugido a la unidad de eslizones que había recibido la impresionante deflagración, recordándoles quién mandaba y qué les pasaría si emprendían la retirada. Los eslizones temiendo más la ira de su general que la del Dragón, aguantaron su posición (utilizaron el atributo de liderazgo del viejaestirpe para chequear de milagro...).
Una vez asegurado ese flanco el general decidió dar la orden de avanzar, había visto lo que la maquinaría élfica le había hecho a su paladín y no quería correr más riesgos, pero su unidad no pudo controlar sus monturas y tan solo pudieron avanzar unos pocos centímetros hacia adelante (fallaron el chequeo de Estupidez). Las salamandras salieron de bosque, y todo el ejército se puso a distancia de tiro de los caballeros élficos. Los camaleones se deslizaron a través del linde en pos del Dragón.
Un chamán volvió a conjurar nuevamente el Segundo Sello siendo dispersado por el mago élfico automáticamente. El otro, más rápido que el hechicero élfico, logró convocar de nuevo el hechizo. Unas luces mágicas brotaron de sus dedos y el hechizo cobró efecto. El General miró de reojo al bosque en el que se habían escondido los magos...él no era ningún mago pero podía notar como cambiaban los vientos de la magia. Una fugaz sonrisa se dibujó en su fría cara... por fin sus chamanes habían empezado a actuar, le serían muy útiles si quería vencer al ejército élfico.
Todos los eslizones lanzaron sus jabalinas contra las unidades de caballería élfica, pero no lograron hacer caer a ninguno. Las Salamandras escupieron todo su potencial contra la unidad de seis Yelmos para intentar diezmarla y abrir el frente pero sus escupitajos solo lograron acabar con la vida de dos de ellos. Los camaleones por su parte, concentrados en su presa, volvieron a soltar una descarga contra el Dragón volviéndole a hacer una herida.
Las cosas pintaban feas, no habían logrado hacer caer a muchos enemigos y pronto se enfrentarían a su temible carga...
Altos Elfos - 2 El general élfico miró a su alrededor. Lo peor aún no había pasado, pero habían aguantado bastante bien los primeros disparos del enemigo. Con un soplido de cuerno ordenó cargar a todas las unidades y estas no dudaron en obedecer. De izquierda a derecha todo el ejército a distancia cargó.
Los cuatro Yelmos y el Carro buscaron venganza contra la unidad de eslizones que tenían justo delante, mientras que el grueso del ejército cargó a su vez contra los eslizones que protegían a la unidad del General enemigo. El Príncipe Élfico visualizó la carga de su General y decidió apoyarla. Le gritó un par de indicaciones al Dragón y éste se elevó hacia el cielo con un fiero rugido para caer en picado por el flanco de la unidad de kroxígores. Las águilas rodearon el bosque en busca de la retaguardia enemiga y los caballeros se perfilaron hacia las salamandras.
El Mago élfico decidió probar suerte con un hechizo sencillo para debilitar al enemigo pero en el último momento perdió el control y no logró lanzarlo con éxito. Las baterías de lanzavirotes apuntaron a la unidad del general y descargaron toda su furia contra ella logrando aniquilar a uno.
Las tropas cargaron destrozando al enemigo a diestro y siniestro. Los carros sesgaban la vida de los eslizones y se adentraban en el frente enemigo. En el flanco izquierdo, la carga arrasó a sus enemigos trabándose con la unidad de Kroxígores que estaba situada detrás, mientras que en el flanco derecho la carnicería aún fue peor. Mataron a todos los eslizones y posteriormente persiguieron y aniquilaron a los pocos que habían logrado huir. El General condujo su unidad entre las unidades enemigas y aprovechando el ímpetu de la carga se enzarzó en un combate contra la unidad del General enemigo, mientras que el carro y el Dragón dieron buena cuenta de los Kroxígores acabando con todos. En última instancia uno de ellos logró destruir el carro al impactarlo con su enorme arma a dos manos.
Hombres lagarto - 3 La partida estaba en un punto crítico para los Lagartos: o reaccionaban a esa carga o serían masacrados. Inmediatamente empezó a emitir las órdenes a sus unidades con diferentes sonidos guturales.
Las salamandras aprovecharon el flanco de los caballeros y cargaron contra ellos para alimentarse de los caballos; los eslizones se situaron a distancia de disparo del molesto Dragón. Los Magos volvieron a conjurar el Segundo Sello pero el mago élfico logró dispersar uno, gracias al último pergamino. En cuanto estuvo a tiro el Dragón, los eslizones dispararon contra él y gracias a la magia lograron hacerle una herida más.
El General Viejaestirpe gruñó y su unidad cerró filas en torno a él. Rebuscó en su armadura y saco el colgante que estaba buscando. Con una palabra el medallón empezó a brillar y la unidad quedó imbuida de sus efectos mágicos (estos efectos son los del objeto que tiene un solo uso y hace que el personaje y la unidad en la que se encuentra ataquen primero incluso si cargan contra ellos).
Una vez hecho esto el Saurio lanzó sus tropas al ataque contra la unidad de Príncipes Dragoneros. Los aniquiló a todos dejando solo al General. Éste se quedó estupefacto, ¿qué amuleto era aquél? Habían diezmado su unidad de élite, sus mejores caballeros. Giró el caballo y tuvo que retirarse sin más remedio: él solo no podía enfrentarse a tantos enemigos... Los Yelmos que flanqueaban la unidad de Príncipes vieron cómo eran masacrados, y en un momento de pánico dieron media vuelta y huyeron. Las cosas no pintaban bien para los elfos en el otro flanco. Los carros y los caballeros llegaron a infringir seis heridas, matando a dos Kroxígores, pero éstos destrozaron las dos unidades con la ayuda de las Salamandras. Los elfos habían recibido un duro golpe.
Altos Elfos - 3 La cosa pintaba fea, el príncipe había visto cómo habían masacrado a una de las unidades de élite del ejército. La unidad del General enemigo era demasiado poderosa como para dejar que campase a sus anchas por el campo de batalla y menos si perseguía al general.
Con un feroz rugido, el Dragón se lanzó a la carga de la unidad de gélidos y los pilló totalmente desprevenidos, cargando por el flanco. Los yelmos del flanco izquierdo cargaron contra las salamandras para vengar a sus hermanos caídos, cargaron sin ningún tipo de temor gracias a su estandarte mágico que les infería un valor heroico (llevaban estandarte del León). Las águilas a su vez apoyaron la carga de los yelmos, aunque sólo una logró cargar ya que la otra se quedó paralizada por el miedo que esos inmundos lagartos le infundían (no pasó el chequeo de miedo). El General no pudo controlar su caballo y éste siguió huyendo de la carnicería que tenían a sus espaldas. Los yelmos que vieron cómo su general seguía huyendo no pudieron refrenar el pánico que afloraba en sus corazones y siguieron huyendo hasta abandonar el campo de batalla.
El Mago observó el panorama...habían pasado de controlar la batalla a tenerla pendiente de un hilo... decidió que era el momento de arriesgar. Se concentró y atrajo hacia sí las energías mágicas, con una palabra susurrada en el lenguaje arcano, y una inmensa bola de fuego salió disparada desde la punta de su bastón hacia el kroxígor, pero antes de llegar a su objetivo la bola se dispersó. "Un pergamino", pensó el mago élfico cuando volvía en sí; debería empezar a buscar a esos hechiceros porque con ellos de por medio no podría utilizar todo su potencial.
El Dragón chocó contra el Gélido más escorado barriéndolo con sus fauces. Allí donde mordía partía por la mitad a los jinetes y a su vez el Príncipe hacía lo propio. Toda la unidad fue masacrada por el Dragón del que chorreaba la sangre fresca de sus enemigos. El Saurio Viejaestirpe estaba en un dilema: giraba el gélido y comenzaba a huir o por consiguiente se enfrentaba a la bestia
alada que sembraba la muerte por doquier. Aun teniendo sangre fría supo que la mejor opción era huir así que espoleó al gélido y puso tierra de por medio. El príncipe élfico al ver la huida del general enemigo se lanzó a la persecución, pero se quedó trabado contra un enjambre de pequeños pero letales animales. En el otro flanco las cosas también habían mejorado: el águila había liquidado a un eslizón y la carga de caballería a dos de esos escurridizos seres; por contra las salamandras se cobraron a un caballero e hirieron al águila. Superados en combate, viendo que su General había huido, las Salamandras se desmoralizaron y empezaron a huir; sus perseguidores las alcanzaron y las exterminaron.
Los hechiceros, al ver cómo masacraban a las salamandras, sufrieron un ataque de pánico que les hizo correr fuera del bosque. Otra vez la batalla había dado un vuelco: ahora otra vez los elfos tenían la victoria en su mano.